Las chimeneas de hormigón armado se usan para la dispersión de gases de procesos productivos en industrias de vidrio, celulosa y papel, usinas termoeléctricas, siderúrgicas, entre otras, con el objetivo de retirar del ambiente próximo de la instalación los gases generados por el proceso, disipándolos en la atmósfera. Pueden tener un flujo único a través de la propia estructura o a través de un ducto metálico interno; o ser multiflue, con más de un ducto metálico interno para el paso de los gases. Las formas de estas chimeneas pueden ser de sección constante o de sección con cierre (tronco-cónico), cuyo diámetro inferior es mayor que el superior.